El comienzo del otoño es la mejor época para disfrutar de platos donde incluyamos setas y/o champiñones comestibles. Aquí en Rouen todos los domingos tenemos en pleno centro un mercado muy completo donde participan productores de diferentes regiones de Francia. Los productos son muy variados (clásicos y Bio u orgánicos). Es todo un placer levantarme cada domingo, tomar mi carro de compras y disfrutar de un paseo donde descubro productos increíbles, de excelente calidad. Todo ello sin acordarme que el tiempo pasa...
Ayer he comprado setas boletus pues nunca las habíamos probado frescas. Sí secas porque es más común encontrarlas así y porque numerosos platos italianos incluyen setas de este tipo. En Italia se la conoce como "funghi porcini", en Francia como "cèpe boletus". Se trata de un champiñon o champignon salvaje imposible de cultiver de forma industrial....
Esta seta es una de las más apreciadas por su sabor y textura. El nombre latino de la seta indica esta característica: en latín edulis significa comestible. Suele emplearse tanto cocinada como en conservas (en vinagre o aceite). La carne de esta seta es blanca (tirando hacia marrón) y compacta, tanto en el sombrero como en el pie. No suele despedir olores particulares y tiene un sabor bien definido: dulce como el de las avellanas. Esto se los aseguro. Si alguna vez tienen posibilidad de comprar o recoger algunas (asegurándose de que sean las comestibles) no lo duden. Tengo que decirles también que son bastante caras (50 euros el kilo) pero con una poca cantidad se puede preparar un platillo de dioses.
Empecemos por el principio: la limpieza de la seta boletus. He preparado el siguiente video explicativo pues una imagen vale más que mil palabras: