También conocidas como bombas de papa, estas croquetas tienen un corazón de queso que asoma al primer mordisco. Es un plato que puede tenerse listo en la heladera y freír las croquetas a la hora señalada. Son ideales para servir como entrada con una ensalada de hojas, guarnición de carnes o como una tapa o para incluir en el aperitivo. Esta receta es muy práctica puesto que es posible realizarla con puré de papas que te ha sobrado de otro plato. Siempre y cuando lo hayas conservado en la nevera.
Para 10 croquetas necesitamos:
500 g de papas cocidas
½ taza de leche
30 gramos de manteca o mantequilla
1 yema de huevo
1 cucharada de perejil fresco picado
Sal y pimienta blanca a gusto
100 g de queso mozzarella cortado en cubitos
Para la cocción:
1 huevo batido
Harina
Pan rallado
Aceite para freir
Sacar el puré de la heladera, colocarlo en un bol y agregar el perejil picado, mezclar bien.
Preparar tres platos: uno con el huevo batido, otro con la harina y el tercero con el pan rallado.
Con las manos humedecidas en agua formar bollitos alargados de tamaño mediano.
Realizar un hueco en el centro y rellenarlo con la muzzarella picadita. Volver a cerrar el hueco formando de nuevo la croqueta.
Rodar cada croqueta por la harina, después por huevo y por último por el pan rallado.
Colocarlas en una fuente y llevarlas a la nevera durante un par de horas para que se sequen un poco y se endurezcan.
Calentar abundante aceite en una sartén a temperatura media (no demasiado humeante) e ir friendo las croquetas por tandas.
Cuando se doren de un lado darlas vueltas. Retirarlas y colocarlas sobre papel absorvente.
Servir enseguida acompañadas, por ejemplo, de una ensalada césar como la que hemos realizado aquí.
2 comentarios:
buenisimoooooooooooooo
que riccoooo, por dios, excelente receta,gracias
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